08 febrero, 2012

Ya es tiempo de un cambio

La Tierra está enferma. Aunque los beneficios de la biodiversidad han sido comprobados, las especies están desapareciendo a una velocidad alarmante, pero la especie con mayor peligro de extinción es el ser humano. En el mundo hay 7 mil millones de personas de las cuales 925 millones sufren hambre crónica, esto equivale al 13.1% de la población mundial o lo que es lo mismo, una de cada siete personas. Y aun cuando el mundo produce suficiente comida para alimentar a todos sus habitantes (la agricultura mundial produce 17% más calorías por persona que hace 30 años, aun cuando el incremento de la población mundial es de un 70%) preferimos tirar la comida a encontrar la manera de compartirla con quienes no pueden comprarla: cada año, un tercio de la comida producida en el mundo se pierde o se desperdicia amontonando 1.3 billones de toneladas métricas.
De todas las cosas que estamos haciendo mal como humanidad, ésta es la peor de todas. Paradójicamente, frente a los 925 millones de personas que padecen hambre, 1, 500 millones de personas en el mundo sufren sobrepeso; vemos gente morir de hambre y, al mismo tiempo, vemos gente en países desarrollados que tiene demasiada comida y muere por enfermedades causadas por la obesidad.
Me rompe el corazón saber que cada cinco segundos un niño muere de hambre y más aún el hecho de que sabiendo esto, dejamos que suceda.
¿No es esto criminal? Hemos permitido –y alentado- la existencia de sistemas económicos que nos han llevado a una distribución de la riqueza extremadamente injusta causando pobreza y hambruna.

Las paradojas se dan en todas partes. Tomemos el caso de mi país: aunque México es el cuarto país del mundo en cuanto a diversidad biológica y Oaxaca es el estado con mayor biodiversidad del país, 150,000 niños oaxaqueños, de los cuales el 80% son indígenas, viven en condiciones de hacinamiento similares o peores a África o la India. Esto significa que 10% de toda la niñez oaxaqueña, de la que 120 mil son indígenas, reflejan los Índices de Desarrollo Humano (IDH) más bajos del país.
Me confieso una idealista de tiempo completo: sueño con un mundo mejor. ¿Qué podemos hacer para lograr esto? ¿Cómo podemos despertar a un nuevo comienzo? Creo firmemente que la educación es la respuesta: una mejor educación, una educación diferente.
Necesitamos un cambio urgentemente; ya es tiempo de un cambio.

#Change11ES #CMC11 #CCK12

Time to change

The Earth is sick. Although the benefits of biodiversity have been proven, species are disappearing at an alarming rate, but the most threaten specie of all is mankind.
In round numbers there are 7 billion people in the world, of which 925 million people worldwide suffer from chronic hunger. 13.1 percent, or almost 1 in 7 people are hungry. And even though the world produces enough food to feed everyone (world agriculture produces 17 percent more calories per person today than it did 30 years ago, despite a 70 percent population increase), we would rather throw food away than find a way to share it with the ones that can’t afford it. One third of the food produced in the world every year is lost or wasted, amounting to 1.3 billion metric tons.

Of all the things we are doing wrong as human beings, this is absolutely the worse of all.

Paradoxically, with an estimated 925 million hungry people in the world, 1,500 million people worldwide are overweight; we see people suffering from hunger and at the same time we see people in developed countries having too much food and suffering from diseases caused by obesity.

It breaks my heart to know that every five seconds a child dies from hunger and, moreover, the fact that knowing this, we let this happen, choosing to do nothing.

Isn’t it criminal? We let--and encourage--the existence of harmful economic systems that have led to extremely unequal income distribution in the world, causing poverty and famine.

Paradoxes take place everywhere. Take my country for example. Even though Mexico ranks fourth in the world’s biological diversity and Oaxaca is the state with the greatest biodiversity in the country, 150,000 infants of this state, of which 80% are indigenous, live in extreme poverty, similar to Africa or India. This meansd that 10% of all children in Oaxaca are found on the lowest rung of the Human Development Index (HDI) in the country.

I’m a full-time dreamer and I absolutely dream of a better world. What can we do to achieve this? How can we awaken to a new beginning? I still think that education is the answer: a better education, a different education.

Change is needed desperately. It’s time to change.

#Change11 #CMC11 #CCK12